Adiós

Y tu olor desgastado invade mi habitación.
Pero de manera inocente y casi sin querer.
Se posa sobre la almohada y acaricia mis sábanas,
Como si fueses a volver.

Me invita a que me siente con él,
A que le cuente lo que solíamos ser.
Y así grabar tu recuerdo a cuchillo sobre la pared,
Como si fueses a volver.

El ambiente está cargado de ti
De tu presencia,
De tu ilusión.
De ese olor a tabaco que detesto
Pero que es tu definición.
De ese perfume tuyo
Que nunca dejaría de oler.
De esa embriaguez que me provoca
Cuando decides besarme sin saber,
Que nos pertenecemos hasta el anochecer.

Pero ya no hay nada que hacer
Porque no vas a volver.

Rozarte es una odisea que viviría
Una y otra vez.
El calor de tus besos se evapora
Y el aire de la sala se vacía
Sentirte es una agonía.
Sin vivir y sin morir todavía,
Esperando a que tal vez un día
Te decidas a volver.