La brevedad de los amantes

Llueve.
La dulce danza de gotas
Me golpea
Pero yo sigo firme,
No cederé.

Inmóvil, avanzo y las esquivo
Me fragmento por el camino
Tal vez no llegue a mi destino
Pero si he de morir entre tus labios,
Moriré.

Mientras, me besas así
Como si me necesitases
Quién sabe si esta noche
Por algún motivo
Más que las de antes.

Se escurren los segundos
Ahogas mi aliento en el tuyo
Presionas cada vez más fuerte
Y poco a poco me consumo.

Pierdo el sentido
Y ya no sé si me deseas
O me quieres
Si volverme fuego
O apagarme .

Me inhalas con el humo
Y exhalas mis deseos
En un suspiro único.
Dices que me necesitas,
Y han pasado tres minutos.

Seguimos jugando a quemarnos
Enganchamos nuestras bocas
Sin a penas un descanso
Empieza a faltarme el aliento
Pero te sigo buscando

Sube la tensión
Las llamas del deseo
Se alimentan de mi cuerpo,
Entra el minuto quinto
Moriré en el incendio.

Estamos sólo nosotros,
Pero fuera sigue lloviendo.

El ritmo se acelera
El calor se vuelve intenso
Estoy a un beso de decirte
Que me parece que te quiero

Pero entramos en el minuto sexto.

Cierras los ojos y me inhalas
En un último beso largo.
Tus labios me sueltan sin motivo
Comprendo tarde que te has ido
Y que te estabas despidiendo.
En medio de esta caída libre
Cuando estoy sólo a centímetros
De pegarme contra el suelo.

No me dio tiempo a confesar
Que te voy a echar de menos.

Siete minutos más tarde
De nuestro primer encuentro.

Llueve.
El cielo me ataca con sus arqueros
Flechas en forma de gotas
Buscando apagar mis anhelos.
Inmóvil, yazco en el suelo.

A mi alrededor descubro
Que es un cementerio.
Al final fui uno de tantos
Que murieron entregados
A tu aliento
Adictos a unos labios
Que entre besos prometieron
Que yo sería el último
En tocar su terciopelo.

Ahora sólo queda el consuelo
De haber sido amantes pasajeros.

Mi único deseo esta noche
Era morir a las puertas de tu cielo
Pero estoy aquí tirado
En la soledad de este charco
Esperando apagarme
Bajo el yugo del tiempo,
Inundado en tu recuerdo.

Exhalo el último suspiro
Recuerdo el sabor de tu tacto
Y me doy cuenta de que fui droga
Cuando me mecía entre tus labios.

Entra el minuto octavo.
Ella ya me ha olvidado.

Ahora llueve y estoy solo
Soy esqueleto de cigarro.

Y antes de morir me pregunto
"¿Qué podía esperar yo?
Si no soy más que tabaco."


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